sábado, 5 de junio de 2021

Reciclaje de envases de agroquímicos

 

Tratamiento de envases de Agroquímicos

Los agroquímicos no son inocuos para la salud humana ni para el ambiente, aunque su peligrosidad varía según su grado de toxicidad y su formulación.

Hoy en día, el uso de plaguicidas sintéticos en la agricultura es el método más común para el control de plagas y uno de los principales factores que ha permitido alcanzar los altos rendimientos actuales en la producción agrícola. Si bien estos productos han evolucionado en los últimos años y tienden a ser menos peligrosos para la salud humana y del ecosistema (menor efecto residual, biológicamente más selectivos, etc.) hay que tener en cuenta que se trata de sustancias que conviene considerar, al menos, como venenos útiles (así como todas las sustancias utilizadas para la salud humana) y por lo tanto su uso debe estar controlado y regido por condiciones de manipulación en manos de personas adecuadas y responsables.

Por tanto, tanto los productos fitosanitarios como sus envases vacíos pueden ser muy perjudiciales para los seres humanos, los animales y el medio ambiente si no se aplican en las dosis adecuadas, se manipulan correctamente y se almacenan de forma segura. Este documento presenta la solución que se está llevando a cabo en Argentina para la eliminación de envases vacíos de agroquímicos, uno de los factores de riesgo más importantes de contaminación ambiental que genera el uso de estos productos en áreas rurales.

El problema de los residuos de agroquímicos

De lo anterior, se pueden hacer las siguientes consideraciones relacionadas con el problema de los residuos de plaguicidas y su empaque:

El mercado mundial de agroquímicos, a pesar de ciertos problemas ambientales, sigue creciendo con productos más específicos, menos toxicidad, mayor pureza y menos poder residual.

No se prevé que estos productos puedan interrumpirse (como es el caso de la terapia humana), a pesar de las perspectivas de desarrollar un nuevo tipo de control de plagas y enfermedades mediante el uso de la biotecnología.

La demanda de alimentos seguirá creciendo, siguiendo el crecimiento de la población y con ello la necesidad de mantener una terapia vegetal.

Disposición final de residuos y envases de agroquímicos

Los envases vacíos o que contengan un residuo deben ser procesados según lo indique la etiqueta del producto. El procedimiento recomendado es el triple lavado.  

El triple lavado de envases vacíos de plaguicidas para uso agrícola, realizado correctamente, es una buena práctica agrícola reconocida internacionalmente como un procedimiento seguro para minimizar los residuos de plaguicidas en sus envases, a niveles que no causen daños a la salud humana o al medio ambiente. reciclado.

Los pasos del Triple Lavado son:

Ponga agua hasta la cuarta parte del envase, tápelo, agítelo por 30 segundos con la tapa hacia arriba y vacíe el agua en el mismo tanque.


Ponga de nuevo agua hasta la cuarta parte del envase, tápelo, agítelo por 30 segundos con la tapa hacia abajo y vacíe el agua en el mismo tanque. 


Por tercera vez ponga agua hasta la cuarta parte del envase, tápelo, agítelo por 30 segundos con la tapa hacia un lado y vacíe el agua en el mismo tanque.

 


Escurra el envase, destrúyalo (para que no pueda volver a ser reutilizado), resguárdelo en un lugar seguro y llévelo al Centro de Acopio más cercano.


Envases metálicos (Fe, Al)
Una vez perforados y triturados (para ello se puede utilizar la rueda del tractor) y cuando se ensambla una cantidad suficiente se trasladan al Centro de Recolección. Si este no es el caso, se utiliza una fundición o chatarra donde se compactarán y fundirán en un horno a 1200 ° C. A esa temperatura se destruyen todas las sustancias orgánicas presentes
El embalaje más común es el plástico. Estos, junto con los de vidrio y metal, deben someterse siempre a un triple lavado antes de ser desechados.
Hasta el inicio de los estudios para solucionar el problema de disposición de los contenedores vacíos en el país la recomendación de CASAFE se basaba en la TL y su posterior entierro. Para ello, se debe elegir terrenos alejados de zonas pobladas y carreteras, ubicados en tierras altas no inundables, alejados de fuentes de agua subterránea y superficial, preferiblemente de textura arcillosa y con alto contenido de materia orgánica. Para esta solución lo ideal es contar con un certificado de aptitud para el entierro otorgado por una entidad oficial. El material a enterrar no debe ubicarse a menos de 50 cm de la superficie colocando una capa de suelo arcilloso compactado en el fondo para evitar la percolación. El lugar del entierro debe ser acordado por los miembros de cada comunidad con el asesoramiento y control adecuados. Evidentemente esta alternativa no es aconsejable como solución final.


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