domingo, 24 de noviembre de 2024

Microensayo: "A dónde se fueron los peces..."

 

Microensayo: 

"A dónde se fueron los peces..." 

Por Boris Pozo 

"El hombre no tejió la red de la vida, es un hilo más, y lo que hace a la naturaleza, se lo hace a sí mismo".


 … Has dejado de ser lo que eras…” ¿Dónde están los pájaros, los conejos salvajes, las liebres y los peces del estanque, esos que pescábamos de niños? No pudieron simplemente desaparecer; y es que muchas cosas han cambiado frente a nuestras narices, casi sin darnos cuenta, la vegetación de otros tiempos, las flores, las madreselvas que enredaban a otras plantas ya no están. Y lo cierto que el paisaje ha cambiado, mi pueblo ya no es el mismo, la eterna primavera ya no es más.

La naturaleza se ha vuelto extrañamente desenfrenada, el suelo ha perdido su riqueza, las nubes negras ya no inundan el cielo, e incluso el sol se ha vuelto más impetuoso, quema el suelo y al no haber objeción el agua se evapora más rápidamente, y esa agua que antes parecía perpetua, ahora parece ser limitada, una dádiva del cielo… ¿Adónde se fue el agua? Esa que corría vivaz por los ríos, colmaba los riachuelos, las acequias, los acuíferos y demás estanques, la que mojaba la tierra, las plantas, los animales.

Hoy, todo eso parece soló un recuerdo, nostalgia de haber vivido un sueño, un hermoso sueño que parecía no tener final, pero terminó  ¿Y qué pasó entonces? ¿Adónde se ha ido la vegetación, los árboles, las plantas, los peces, las aves exóticas, adónde…? Mi pueblo  ha dejado de ser ese valle exuberante y tropical que deleitaba los ojos, para convertirse en qué… Díganme, porque no puedo entender, en qué se ha convertido nuestro “paraíso eterno”, y a este paso en qué se convertirá mañana.

“Qué hermoso aquel vallecito seco y árido…”, ¡que espantosa esa idea! Eso no cabe en la cabeza de nadie. ¿Quién quiere vivir en una tierra árida e inerte? Quién escribe cosas bonitas sobre un lugar así. Yo no quiero hacerlo.

Hemos despertado del sueño para caer en una pesadilla...

No podemos jugar a la ruleta rusa con nuestro futuro.

Nunca imaginamos que llegaríamos a esta situación, y no podemos seguir actuando de esta manera, porque la tierra está muy cansada, sedienta, irritada... y no podemos seguir arruinando nuestro propio espacio, es nuestro hogar y no tenemos otro.

¿Conseguiremos cambiar antes de que sea demasiado tarde?

No somos dueños de nada, no somos dueños del planeta, convivimos en este espacio con las plantas y los animales, pero nuestro egocentrismo nos ha llevado a pensar que todo nos pertenece y que podemos hacer con ello lo que queramos, pero solo somos inquilinos nada más.